NI POR EL FORRO. Días de trajín para los padres con niños en edad escolar. Encargar los libros. Recogerlos de la librería. Dárselos al niño o a la niña. ¿Dárselos? ¡No! Antes hay que forrarlos. Y ahí está el enojoso drama. ¿Quién
forra los libros?
En Bilbao el asunto está solucionado. Ayer iban dos madres con sus bolsas atiborradas de libros escolares. Una le dijo a la otra: "Yo se los llevo a mi madre para que los forre. A mí me pone de los nervios. Además, ya me los forraba cuando yo era pequeña, y aun de mayor...".
Abuelas del hemisferio norte, que forráis libros de nietas y nietos, a veces no del todo bien: este bolg os felicita y os pide que no desmayéis en vuestra tarea, aunque tengáis la impresión de que los destinatarios no se lo merecen.