PREGUNTA N° 72. ¿QUÉ SUPONE PARA TI VOLVER A MADRID? Es como volver a una ciudad de la que te has ido por una guerra.

Lichis, en los encuentros digitales de El Mundo.

EXTRA, EXTRA... Descubierto el terciopelo más viril del planeta (para más información, consultar la página de los Homens, una de las más cuidadas de la red: buen gusto, renovación de contenidos y, ahora, nuevos vídeos).

La Sala A Reserva cumple años y Transportes Hernández y Sanjurjo se encargan de la mudanza sonora (el sábado por la noche, en Carballo).

Ferreiro presenta nueva obra. El autor de Anamarciana es, al fin, profeta en su tierra.

The Pink Painter y Superlópez creo que se van a poner en contacto con un servidor, y lo harán a través de este blog. Las discusiones entre apocalípticos e integrados continúan.

DESDE EL MEDIO, EN EL MISMÍSIMO CENTRO DEL LABERINTO. A veces llegaba el tiempo de jugar y entonces recordaba. Recordaba sus cuerpos convertidos en serpiente y lagarto entrelazados rodando calendas abajo, hasta lo más profundo. Fantaseaba con certeza las dos lenguas multiplicadas en cuatro, en ocho, en mil. Entonces se reptaban mutuamente su geografía. Mitad humanas, mitad instintos. Mitad pantera, mitad paloma; mitad día mitad noche, mitad figura mitad abstracto, mitad risa y mitad llanto, mitad verdad y mitad mentira, mitad desacato y mitad pudor, mitad vida y mitad muerte, mitad calor y mitad frío, mitad sueño y mitad realidad, mitad presencia y mitad ausencia.

Alejandro Stock. Tiempo de jugar.

A VECES, cuando me meto en la bitácora de Burdon y dejo un comentario, se me pasa por la cabeza copiar y volcar aquí. Hoy me ha sucedido precisamente eso, por lo que reproduzco abajo mi respuesta a un post suyo sobre Roy Orbison.


El regreso (volviendo de la playa)

El concepto “volver de la playa” es, si no falso, sí laxo. De esa característica -su flexibilidad y dilatación- tiene buena culpa el centralismo o, al menos, los del centro (aunque voten izquierdas, o derechas, pero no vamos a complicar el asunto nada más empezar). Desandar el camino que nos llevó al arenal no tiene porque significar una travesía de cientos de kilómetros en coche atestado, ni la existencia de niños, ni de flotadores con forma de pato, ni de abueletes rancios, o simpaticotes, ni de bigote en el morro del padre, ni siquiera el uso, atrás en el tiempo, del seiscientos. Para mí, volver de la playa, era, de pequeño, eso mismo (volver de la playa), o sea, nueve kilómetros en coche, generalmente a dedo o con una tía mía de tebeo.

Aquel viaje no daba ni para una cara be, y primaba la radio. En el asiento de atrás, rebozado en arena, abierta la ventanilla, el aparato escupía You got it. Un hombre anglófono de gafas negras era su intérprete. No tardé en comprarme Mistery Girl. En casete, claro.

Otros regresos de la playa supusieron:

a) Que descubriese a una banda que sólo los españoles conocemos como rem (la erre, bien sonora), mientras que en el resto del mundo se llama ar i em. Han pasado muchos años y, durante este tiempo, R.E.M. fue convirtiéndose en mi banda extranjera favorita, autora de mi segunda canción preferida, Losing My Religion (y sí, hubo un momento en el que tuve todo de ellos menos una rareza y, teniendo cortes muy buenos, me sigo quedando con esa canción; porque no es sólo una canción: es volver de la playa).

y b) Me aventurase en otros grupos que, contemporáneos o desaparecidos, me siguieron durante muchos años, algunos hasta hoy. Formaciones que, obviamente, dado que salían en la radio y mi tía no escuchaba precisamente Radio 3, eran mainstream (y no por ello ruines). Recuerdo ahora la tercera cinta citada: The Beach Boys Collection.

Un post nostálgico el suyo, Burdon. Añadir sólo que el 60 por ciento de la discografía de R.E.M. era grabada en cinta (de las que me desprendí en su día, junto a casi dos centenares de casetes más, y no quiero pensar si hoy me arrepiento o no) y que si hablaba de segunda canción favorita es porque la primera recibió el título de su bitácora. Y si decía lo de banda preferida internacional es porque otro día me planteé que a partir de entonces diferenciaría entre in y out. Dentro, claro, Los Enemigos.

Reciban abrazos rasgados,

Matías Bruñulf

STAMATTINA MI SONO ALZATO... Al ex ministro Buttiglioni, democristiano liberal, lo plantaron en la arena torinesa y tuvo que sufrir varias semanas de espera hasta que se lo comieron los leones. Sucedió la pasada noche: el candidato de la coalición de centroderecha italiana (pugliés, residente en Roma y candidato a la alcaldía de Torino) no tuvo reparos en introducir su cabeza en la boca de Chiamparino, edil saliente en nómina del centroizquierda, para recibir tanta prevista dentellada que a tal hora parece una morcilla de Burgos poco curada.

Demasiado rollo para explicar que la izquierda sigue fuerte en la ciudad de las Olimpiadas de invierno y de una Fiat que no ha perdido el fiato. Pero también para simbolizar la victoria del conglomerado progresista en las (parciales) municipales italianas, algo que se veía venir en Roma y Nápoli, feudo de Walter Veltroni y tradicional bastión rojo, respectivamente. A Buttiglione, y pasamos hoja, se la metieron doblada los suyos, porque tuvo que aceptar la condición de alcaldable pocas semanas antes de la cita con las urnas. Él, que lo único que tiene que ver con Torino es su paso por las aulas piamontesas en su etapa universitaria, lustros ha, en fin.

Una capricciosa, per favore. Las elecciones en Italia son más engorrosas que una pizza calzone: administrativas, regionales, provinciales y municipales. Sí, pero no: es decir, no se celebran comicios en todos los ayuntamientos el mismo día, ni en todas las provincias, ni... Este fin de semana, por ejemplo, se han elegido los representantes de una región, nueve provincias y 369 concejos (de los más importantes, ya hemos adelantado resultados: en Milán, la libertina casa de Berlusconi, ganó su ex ministra Moratti). Y, por si fuera poco, las votaciones duran dos días y los resultados se hacen de rogar, un desespero (en las elecciones colombianas de este fin de semana se supo que Uribe seguía en la Presidencia apenas tres horas después del cierre de los colegios, por poner un ejemplo; Italia forma parte del G-7, por si de algo sirviese el dato).

¿Kinder Sorpresa? Y un huevo, señor Ferrero. No ha habido nada extraordinario, aunque habría que valorar positivamente (para el centroizquierda) al menos dos resultados: en las únicas elecciones regionales, celebradas en Sicilia, alumbra la esperanza, pero lo dejaremos para el siguiente punto; en Milán, donde Forza Italia arrasa, el candidato progresista contaba a las dos de la mañana con el 47,72 por ciento de los votos, frente al 51,22 por ciento de la conservadora Moratti, una diferencia pequeña (e incluso ínfima si atendemos a las cifras obtenidas por el centroizquierda en Nápoli y Roma, con un 66,6 y un 61,6 por ciento de los votos, respectivamente).

Los americanos entraron por Sicilia. Sí, la isla fue el territorio elegido por el ejercito estadounidense para invadir Italia durante la Segunda Guerra Mundial. La lectura es obvia. La mafia, quizá, más sutil. Desde entonces, la región ha estado gobernada históricamente por la Democrazia Cristiana (y por la malavita, claro, tanto monta) hasta que Forza Italia recogió el testigo (o, más bien, los votos, porque el presidente regional y candidato a estas regionales, Totò Cuffaro, sigue siendo democristiano, aunque de corte liberal). No ha importado que Cuffaro estuviese procesado por cooperar con la mafia. Revalida su cargo por cinco años después de esta victoria electoral aun perdiendo seis puntos respecto a los anteriores comicios, mientras que la candidata progresista araña un cuatro por ciento de papeletas más. Rita tiene un apellido que les sonará: Borsellino.

Y que les olerá a pólvora quemada, como la que dejó un pestazo en la palermitana Via D’Amelio. Diecinueve de julio de 1992, el juez anticorrupción Paolo Borselino se acerca a la casa de su madre para llevarla al médico y se lo llevan a él por delante. Italia ha recordado la semana pasada otra muerte, la de su amigo Falcone, el juez del bigote, cara de buena gente. Italia, alguna Italia, todavía siente vergüenza por aquellos asesinatos. Los de dos valientes que quisieron ser vernes en su tierra y viajar al centro de la mafia.

Ahora Rita agita la bandera de la lucha anticorrupción y supera el umbral del cuarenta por ciento de las papeletas. Hace cinco años se celebraron las generales en la isla y todos los escaños, diecinueve, fueron para el centroderecha. Servidor es de letras.

IO COSPIRO, TU COSPIRI, LUI COSPIRA... Un vídeo facturado en el Bel Paese que le da la enésima vuelta de tuerca al nainileven. Grazie mille, Fra.

ONANISMO A LUCI ROSSE. Red Light District presenta: Koike Eiko vs. Eriko Sato. Hagan click en los enlaces con la mano izquierda. Se admiten apuestas.

Vía LPC.