LIVE IS LIFE: LOS 5 MEJORES DIRECTOS DE LA HISTORIA. Manuel Trestristestigres, el tercer punta del tridente más bestia de la red, propone un juego a los lectores de MVCUC: una lista con sus cinco discos en directo favoritos, a ser posible de la escena nacional. Mientras me lo pienso, apunto mi number one:

Obras escocidas, 1985-2000 (Chewaka-Virgin, 2001), de Los Enemigos.

* La ilustración de la izquierda es de Álvaro Nuñez.

APUNTES PAULISTANOS. São Paulo es la ciudad con la segunda flota de helicópteros del mundo, después de Nueva York. Estos días los hijos de Ícaro juegan a esnafrarse contra el suelo de una metrópoli cuyo centro recibe una denominación que no es, precisamente, de cuento: Cracolandia. De crack, que no de crash.

UN COMBINADO DE SEGUNDA, UNA AFICIÓN DE PRIMERA. Cierra la escotilla el Submarino Amarillo y se dispone a sumergirse en el pozo. Cruel tarde para los de Espárrago, dice el Diario. Una lágrima cayó en la hierba, y en la hierba cayó una lágrima. El club agradece el apoyo de los aficionados. El Gatu, Cacaíto, La Luisa, El Canijo, Las Gallegas y, cómo no, Carlinhos: amigos gaditanos, va por ustedes, gente de primera.

VUELVEN OS MUTANTES. El primer concierto será el 22 de mayo en el londinense Barbican Centre, durante el Festival Tropicalia. He estado mirando las fechas en Brasil, para ver si coincidían con la visita del mutante Vizcarra, y me encuentro con que no tocan aquí en Brasil pero sí en Nueva York, Los Ángeles o Chicago. Se baraja una actuación en Portugal y se confirma que no cantará Rita Lee, sino Zélia Duncan.

RUMBO AL VIÑAROCK. A ver: El mundo alrededor se estrena comercialmente el 12 de mayo, pero no me queda claro dónde, aunque los responsables del filme dicen que la difusión será nacional.

La banda sonora la saca Virgin y es muy Álex Calvo-Sotelo: Josele Santiago, Mastretta y Ajo, Raimundo Amador o Freedom (el nuevo grupo de Manolo). Se completa con, entre otros, Comando 9 mm. (el viejo grupo del otro Manolo, UVI), Muchachito Bombo Infierno, Mojo Project, O'Funkillo o Los Del Tonos.

Muchos de ellos estarán tocando el próximo miércoles en la Sala Arena (sí, ahora se llama Heineken, en fin), con comentarios de Ordovás. Comienza a las 21.30 horas y Radio 3 retransmite el concierto.

Por cierto, no tiene nada que ver, vive Mao, pero ¿qué coño pasa en este (ese) país para que regrese Tam Tam Go con Cruzando el río? Uf.

NUNCA TE CONOCÍ EN LA ESQUINA DE LA PLAZA DORREGO. Echo de menos un café. Marcha atrás. Nunca un capuccino como el del romano Sant'Eustacchio, estimulante refugio de senadores y diputados. En Madrid, el Nuevo Café Barbieri, y no precisamente por la calidad del grano. También por el ambiente, completamente diferente al anterior, y no por la taza, el Candid Café, donde me encontré a Matthew y uno se pregunta si Londres es él o ella. En Sao Paulo no hay cafés. Sirven expressos, es cierto, pero falta el espejo ajado, la butaca rubí sobada, los sacos sellados en Brasil, en Colombia, la mesa de mármol renqueante, las velas precipitadas sobre la mesa, lava de colores. En esta ciudad hay establecimientos que se extienden por sus calles como fotocopias y en los que uno se tomaría, y por compromiso, un mixto de jamón y queso, ya lo dice la palabra. Pero cafés, cafés, en Viena.

Tirorirorí rorí, tirorirorí rorí... (suena El tercer hombre).

SESIÓN INFANTIL. Qué feo es citarse a uno mismo, pero resulta que me he metido en el blog de Burdon y he terminado dejando un comentario en un post sobre el último cine (cine) de Mataró, que la ha espichado. Sin releerlo, copio y vuelco.

Le entiendo, Burdon. Aquellas películas de, sí, Spencer y Hill, pero también otras tantas de chinos (pura serie zeta, muy sangrientas, transcurrían en selvas y muchas veces se veía alguna teta) y de Bruce Lee (que tenía su coña, pues llegaban a estrenar –y le hablo del desaparecido Cine Rega– filmes de Bruce Le, Bruce Li o la china que lo parió; para cerrar el paréntesis, comentar que la competencia era el Cervantes, que en aquel entonces, para un chaval como el que firma, podía considerarse la sala de arte y ensayo del pueblo, pues estrenaban cosas como La historia interminable y alguna lindeza supuestamente de mayor calidad, motivo por el que tenía menos espectadores, lo que motivó su cierre: en la discoteca que abrió, uno conoció otros mundos de Mao; Dylan: los tiempos…).

[Añado aquí y ahora, para ser fiel al título de esta bitácora, que en lo que fue el Cine Rega ahora hay un todo a cien de chinos]

Y respecto a lo que usted comentaba, creo que lo de menos eran las películas que veíamos, en relación a las que podemos ver ahora. Era la cola, las visitantas, el intermedio, el gallinero, las patadas al aire corriendo pasillo abajo (en las de Bruce, claro), las sillas de tijera que desplegaban en los laterales cuando la platea estaba a rebosar, ver Oficial y Caballero (con tu primo) y percibir que tu padre está en la fila de atrás, no poder ir con tus amigos a Los burdeles de Paprika porque es domingo por la noche y al día siguiente hay clase (o porque tu madre pasó por la de Maruja, que exhibía los fotogramas de los estrenos en un bajo comercial de su propiedad situado en el centro de la villa: aquellos cartelitos escritos a rotulador, en la parte de atrás de cualquier octavilla, con sus próximamente, el esperado tolerada o el violado no recomendada a, aquellas estrellitas negras estratégicamente colocadas), ir todos los días a preguntarle a Maruja cuánto faltaba para el estreno de E.T. y escuchar invariablemente como respuesta cuatro meses, y tantas y tantas otras cosas.

De aquellos polvos (mágicos), estos lodos. En fin.