EL DEBATE ENTRE BERLUSCONI Y PRODI, MINUTO A MINUTO. Mientras que la Unión Europea le exige ciertos requisitos
humanitarios a Turquía para integrarse en la pandilla, el debate entre el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el líder de la oposición de centro-izquierda, Romano Prodi, comienza con una pregunta de un periodista sobre la aplicación en Italia de la pena de muerte. En fin, mal empezamos, por muy detestable que sea el
caso Tommaso. Faltan cinco días para las elecciones generales en el Bel Paese y mientras el candidato Berlusconi se ensucia la boca de tanto mencionar a la
extrema izquierda y a los comunistas, Prodi, el candidato de L'Unione progresista, le da lustre a su verbo cristiano. Uhm...
Rueda el balón en el plató de la RAI.
Ética o estética. Prodi parece un catedrático de Estructura Económica sin tiza, todavía, en la chaqueta. Berlusconi, subido en el carro, se asemeja a un vendedor de vasos de Nutella en un pueblo del Oeste habitado por diabéticos.
Prodi, un abuelete que, a pesar de estar un poco cansado, sigue jugando a los indios con sus adorables nietos. Berlusconi, el tío que trae muchos regalos, pero que mira con mala hostia a sus sobrinos cuando éstos comienzan a jugar con su maletín (y ellos se acojonan, claro).
Prodi lleva la chaqueta abierta. Berlusconi, cerrada. Ambas, oscuras.
Parece que fue anteayer. Ya lo he esbozado, pero el actual primer ministro y candidato del centro-derecha parece que basa su discurso en mencionar el máximo número de veces posible la palabra comunista o extrema izquierda, típico recurso berlusconiano que ya hiede. Paradójicamente, Prodi es el candidato del centro-izquierda pero, aunque en su coalición hay partidos comunistas y verdes (incluyo a I Verdi porque Pecoraro Scanio y, sobre todo, su número dos, Paulo Cento, son bastante cañeros), él es un político con un perfil moderado e ideológicamente democristiano.
Árbitro, la hora. Berlusconi es un maleducado. Interrumpe al Profesore y no cumple las reglas. Ejerce de moderador un periodista despreciable y faldero: Bruno Vespa, presentador de
Porta a Porta. La falda, obvio, la calza Il Cavaliere.
Hágase la luz. Le preguntan a Prodi por el aborto: aioooooó, que gritaría un romano. Habla de guarderías, familia y ancianos. O yo escuché mal, o no entiendo.
¿Gastas pista? Servidor no sabe bailar. Quizás por ello (y porque tengo un pie en el teclado, una mano en un website, un ojo en el televisor, cinco falanges en el editor y la cabeza sabe Mao dónde), no me entero del asunto. Servidor también cree que al cine se debe ir cenado, mas no porque no sea capaz de engullir palomitas y seguirle la pista a Cristina Ricci a un tiempo. La coordinación suficiente para ello existe (la Ricci también ayuda). Para seguir este debate y dedicarme a otras tres tareas en tiempo presente, lo dudo.
El bicho todavía no está muerto: respira. Buenísimo... Prodi dice, respecto al programa del centro-derecha, que
el primer ministro se agarra a los números como un borracho a una farola, no para que le ilumine sino para sostenerse. Il Cavaliere comienza su réplica con un
parole, parole, parole. Todo un clásico. Sólo por ello, empate a uno.
No complendel. Si un chino que no hablase un carajo de italiano viese este debate televisivo, pensaría que la palabra
sinistra, permanentemente en la boca de Berlusconi, es algo muy malo. Hasta casi me lo estoy creyendo yo:
la sinistra,
la sinistra,
la sinistra... Auuuuú.
Gusto, tacto, olfato, vista, oído y humor. Hay que joderse, pero a veces Berlusconi tiene puntos simpáticos. Seguro que una velada con él, acompañados de la pipa de la paz (conditio sine qua non), sería divertida. En serio. Ojo al repaso que hace a los líderes de la izquierda:
Quando ho detto che Prodi è un poveraccio è perché non vorrei essere nei suoi panni: con Luxuria che regala spinelli, la Bonino contro il concordato, Pannella con la scritta Vaticano talebano, Diliberto con la maglietta di Fidel, Caruso con il passamontagna ed i bulloni, D'Alema vestito da marinaretto.
This is the end, my friend. Berlusconi cierra el debate sacándose un as de la manga:
Aboliremo l'ICI. Avete capito bene?. Sí, padre, hemos entendido bien: Il Cavaliere promete que abolirá el impuesto sobre la primera vivienda. Mira fijo a la cámara en un discurso final que parece un espacio de propaganda electoral. Berlusconi, pienso, haría un buen Papa.
_____________________________________________
-
Las mejores jugadas, en vídeo.
-
Así lo ha visto la prensa italiana:
La Repubblica:
Prodi presiona a Berlusconi.
Il Corriere della Sera:
Prodi, "útil idiota de la izquierda".
La Stampa:
¿Creen todavía los electores en Berlusconi?
Il Giorno:
Prodi: justicia y armonía social.
Il Messaggero:
Del juego limpio a los golpes bajos.
- Mientras que la prensa de partido considera que:
L'Unità (DS, izquierda):
La ultima mentira: "Aboliré el ICI".
Liberazione (Rifondazione Comunista): Prodi, una Italia más justa. Berlusconi, la igualdad, nunca.
Il Manifesto (comunista, fundado por Gramsci).
Il Secolo d'Italia (Alleanza Nazionale, extrema derecha).
Il Riformista (d'alemiano
ovvero viaje al centro del DS).
Europa (La Margherita, democristianos en L'Unione).
* Actualizado el martes 4 a las 19.34 horas: La edición electrónica de Il Sole 24 Ore, que la pasada noche no ofrecía información sobre el debate, abre con una declaración de Berlusconi que nunca se habría atrevido a decir ayer:
No creo que haya tantos gilipollas que voten a la izquierda. El resto de la prensa dedica su portada digital a la misma noticia.