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¡CARACOLES!. La noticia de que se instala la primera granja vasca de cría de caracoles ecológicos en Orduña me traslada de golpe a la infancia. También de pequeños queríamos montar nuestra propia granja de caracoles (y saltamontes y grillos y mariquitas, con perdón), pero sin afán de comercializar, sólo para consumo interno. Mamá decía que era una porquería.
Yo creía que ecológico tenía que ver con "natural", pero ya se ve que es al revés. Se trata de la cría y engorde de los "alevines": en 16 semanas están listos para la cazuela, con un 35% más de carne que los caracoles silvestres.
Tod está previsto, hasta el sistema "antifugas". Ese era el principal problema que teníamos: se nos escapaban. Si algo tienen los caracoles es tiempo y paciencia. Ahora, en la granja ecológica, recubren los cajones-prisión de los caracoles con sal, sustancia odiada por estos moluscos gasterópodos, que frena en seco los intentos de evasión.
Evasión en la granja. ¡Caracoles!
Publicado el miércoles, 14 de febrero de 2007, a las 8 horas y 30 minutos
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