UN FLAMENCO ENTRE BOLCHEVIQUES. Ya hemos hablado aquí de
Manuel Chaves Nogales, el magnífico periodista republicano. Leo ahora su crónica novelada
El maestro Juan Martínez que estaba allí, un relato estremecedor y paradójicamente divertido de la revolución soviética, editado por Libros del Asteroide, una editorial reciente que está publicando buena parte de los pocos títulos interesantes que se pueden leer hoy en castellano.
Juan Martínez, a quien Manuel Chaves conoció en París en los años treinta del pasado siglo, era un bailarín flamenco (¡pero de Burgos!) a quien la pilla la Primera Guerra Mundial en Turquía, junto a su mujer Sole. La llegada de los alemanes le lleva a Rumanía y luego a Rusia, donde parece que la guerra no se nota. Son los últimos tiempos del esplendor zarista en Petrogrado y Juan Martínez hace las delicias de los burgueses con su guitarra y sus castañuelas. Es estas, estalla la revolución bolchevique, y comienza para el artista un periplo que le llevará a Moscú y luego a Kiev, escenario de la lucha virulenta entre rojos y blancos.
Es impresionante el testimonio de la barbarie de aquella guerra civil y los equilibrios que tiene que hacer Juan Martínez para salvar la vida, sorteando las checas y el hambre. Y en estos tiempos de recuperación de la memoria histórica sorprende que los españoles ya disponían de esta novela en 1934 y parece que nadie creyó a Chaves Nogales. Las mismas checas rusas, los mismos métodos soviéticos, idéntica crueldad se instalaron en la guerra civil española.
Un verdadero republicano como Chaves Nogales lo comprendió muy pronto y huyó a París y luego a Londres, para seguir luchando por la libertad y la dignidad humana.