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ESTOS INGLESES. Cada nada aparece un escritor británico del pasado siglo, absolutamente desconocido para los ibéricos, que nos pone los pelos de punta. No que nos horrorice, sino que nos haga exclamar: "¡Qué fácil parece escribir tan bien!".
El último de la saga es Robert Liddell. Le pilló la II Guerra Mundial en Grecia y de allí se piró a El Cairo. Acabada la contienda, volvió a Grecia y se quedó. Escribió novelas y ensayos, y nosotros sin saberlo. Ahora Lumen traduce Los últimos hechizos, una extraordinaria historia provinciana en la que apenas pasa nada espectacular. No pasa y sí pasa, que eso es la literatura. Dice Liddell:
Los niños de la primera y segunda infanica, anarquistas todos, serán buenos para el reino de los cielos, ¡pero qué poco apropiados para la vida en la tierra!.
(A ver quién se atreve a comentar algo sin haber leído el libro. Ahí os quiero ver, holgazanes).
Publicado el miércoles, 15 de marzo de 2006, a las 9 horas y 06 minutos
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