|
REDACTA, QUE ALGO QUEDA. Qué importante es redactar bien. Lo sabe Francisco Ayala, que a sus 100 años no ha hecho otra cosa. Lo mejor de su literatura es quizá el libro de relatos Los usurpadores, que se lee ya como un clásico.
Por contraste, me llegan por vía secreta algunos ejemplos de literatura descuidada. Esta vez se trata de avisos de parroquia: la ingenuidad de sus redactores se alía con sus vacilaciones léxicas para construir estas auténticas joyas:
& ¡PARA CUANTOS DE ENTRE VOSOTROS TIENEN HIJOS Y NO LO SABEN, TENEMOS UN ESPACIO PREPARADO PARA LOS NIÑOS! (Qué fácil hubiera sido escribir: "Hay guardería").
& El grupo de recuperación de la confianza en sí mismos se reúne el jueves a las 7 de la tarde. Por favor, usad la puerta de atrás.
& QUERIDAS SEÑORAS, ¡NO OLVIDÉIS LA VENTA DE BENEFICENCIA! ES UN BUEN MODO DE LIBERAROS DE LAS COSAS INÚTILES QU ESTORBAN EN CASA. TRAED A VUESTROS MARIDOS.
& El costo de la participación en la reunión sobre "oración y ayuno" incluye las comidas.
& EL CORO DE LOS MAYORES DE SESENTA AÑOS SE DISOLVERÁ DURANTE TODO EL VERANO, CON EL AGRADECIMIENTO DE TODA LA PARROQUIA.
Publicado el jueves, 16 de marzo de 2006, a las 9 horas y 00 minutos
|