SAPATOS COLOR SANAHORIA (II).. Estaban allí, en la neocastiza taberna, frente a la barra. Le dijo, piel blanca, lánguida, cabello negro:
“Sentado en aquel banco de la plaza de Lavapiés, miraba hacia abajo, pero escuché esos pies arrastrados”. Perpleja. A su lado,
ella, mirando hacia arriba, silenciada por sus ojos, abiertos, sonriendo.
Si no brillasen tanto, pensaría que era muda.