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BOLSA SOSPECHOSA A LAS TRES. No serían ni las dos, cuando esa señora, ya me estaba quitando el apetito sin compasión y con muy, muy mala intención. Puede haber otra versión más ecológica y didáctica, pero esa será otra conversación.
Voy a ser cruel y clara. Concisa y vasta: La mierda de los perros llega al suelo y aún en perfecto estado de putrefacción es recogida por su dueño.
El olor intenso.
La sensación: ¿Qué sintió aquel de la escafandra cuando piso la luna y dijo aquello de “Un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la Humanidad”? Eso mismo sienten los supervivientes de la recogida de esa indecente masa caliente: “Siempre estoy a un paso de la mierda. Nunca la “Humanidad” la he tenido tan cerca.”
Esa peste caliente es en este momento presente, objeto de mis clarividentes palabras.
¿De que sirve poner azúcar en el café para ser más dulce si hueles y amasas sus plastas?
La realidad supera a la ficción y a toda explicación.
El susodicho pulgoso con babas levanta una pata: NO PASA NADA. No llevan pajitas, ni esponjitas que absorban, disuelvan o mantengan ese efluvio a raya. Pero hay amigos si se agacha... cuando no levanta la pata, ¡va de culo!, y el suyo es como un volcán: demasiado peligroso cuando está activo, y ojito con... ojito! Qué al menor temblor aquello puede entrar en defecación.
¿Dónde está la tumba de la deyección en el campo de batalla?
¿Dónde está el monumento al momento en que una vez recogida la deposición exploto el contenedor (llamado por los técnicos “Bolsa del super”) y valientemente dijo: No pasa nada sólo es una evacuación controlada y acordonada?
Yo reconozco cuando la vi... yo me dije para mi... eso es CACA. Y no me equivoque en nada. Seguía los pasos de su mascota con una devoción y una parsimonia... A eso se le llama meter las narices en la mierda. (estas palabras se las dedico a todos y cada uno de los políticos que van en manada )
Hay un dicho que dice: “Fueron felices y comieron perdices” Pero yo no he encontrado ningún cuento que termine: “Bajaron a pasear al perro y una vez que defecó y recogieron aquella masa caliente y blanda, subieron a casa y apestando el ascensor, hicieron el amor en la cama”
Aquellas tres bolsas blancas... amorfas... raras... aquella mano enfundada en una publicidad que anunciaba: Hipercor...
Guardemos un minuto de silencio por la bolsa fallecida en acto de servicio. Ya lo dijo mi abuela: “No es como se empieza... es como se acaba” ¿De qué la sirvió a la pobre bolsa en su inauguración que la llenaran de gambas, langostinos y cajas variadas y caras? De nada. Lo dicho, no somos nada.
... y menos a cuatro patas.
Publicado el viernes, 26 de mayo de 2006, a las 0 horas y 50 minutos
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ENCUESTA. braga o Tanga.
Normal o Light.
Blanco o tostado. Mar o montaña.
eScaLERas o ascensor. Moda o tradición. Solo o ACOMPAÑADO.
Luz o oscuridad. Frío o calor.
-Justo- o amplio. Guardar o tirar.
Aceptar o anular.
Autèntico o falso.
...... o ruido. Cooooooon o sin.
Mucho o pc.
Encendido o apagado.
Uno o variosss. Reîr o llorar.
PoSiTiVo o negativo. aRRiBa o abajo.
ApPlLauso o bostezo.
Discurso o pensamiento.
Dar o recibir.
Amigo o conocido. S i n c e r o o mentiroso.
dormido o . DESPIERTO
Ráááápido o lento.
RReeppeettiirr o pasar. Avrir o cerrar.
Leer o escuchar.
Ceder o conceder.
Sooplaar o sorber. PARTICIPAR o pasar.
SER o estar. Pegar o acariciar.
Brillante o apagado.
...Lo tenemos claro!
Publicado el jueves, 25 de mayo de 2006, a las 17 horas y 44 minutos
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TU Y YO. Eso me dice mi sobrino cuando ilusionado quiere ir conmigo.
Tu, y Yo. Los dos. Eso me repite.
Esa cara de felicidad... Esa complicidad...
Que cuenten con uno siempre es especial.
Publicado el jueves, 25 de mayo de 2006, a las 0 horas y 29 minutos
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INMERSIÓN A PULMÓN. Estoy de las aguadillas...
¡Cómo me presenten algún día al tipo que se divierte manejándome con el joystick...!
No sé si voy a pilas o a la red, lo que tengo claro que pasarme el día superando “pantallas” es agotador, frustrante y demoledor.
Mi vida es como un mal juego de ordenador. Mucho 3D, mucha emoción... y luego para qué?
A veces nos da la impresión que somos nosotros los que apretamos el botón, los que decidimos si arriesgamos saltamos o frenamos. Pero esta dimensión es infumable e injusta, y sino que se lo digan a todos aquellos que apostaban a caballo vencedor y se levantan y le ven en la salida lisiado, tuerto y en otra dirección.
Estoy harta de ponerme un chaleco antibalas y hacerme un chichón. De ajustarme el casco y pillarme las manos, de ponerme guantes y pasar tanto calor que al ir a refrescarme resbalar y tragar tanta agua, que en la próxima celebración azulgrana, me confundan con la fuente de Canaletas y se me suban a la chepa.
Esta claro que “el titiritero” se aburría con mi juego y para dar emoción pensó: ¿Y si la fumigamos y apaleamos y luego la atamos? ¡Qué emoción!
MAMÓN!!!
Publicado el miércoles, 24 de mayo de 2006, a las 11 horas y 55 minutos
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ALIMAÑAS. Ahora entiendo por qué el avestruz esconde la cabeza bajo la tierra. Porque no quiere saber nada de los pájaros que hay en este mundo.
Ahora comprendo al topo. Que no es que se infiltre como algunos dicen para saberlo todo. ¡Qué va! Ni tampoco es cobarde. No se esconde. Sólo se limita a poner tierra por medio.
¡Lógico que el búho abra tanto los ojos!
A veces es mejor hacer como el cangrejo, ir de culo, pero proteger tus pasos y tu caparazón.
No sólo es cerdo aquel que se aprovecha y come de todo y de todos, también lo es, el que estafa y engaña aunque coma con cuchillo y tenedor.
Publicado el lunes, 22 de mayo de 2006, a las 17 horas y 12 minutos
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TIENES UN E-MAIL. Al igual que la vida, en la película, la relación entre Tom y Meg está llena de encuentros y desencuentros. “More than words”, algo más que palabras. Esa es su traducción. Y esa es la verdad. Porque las palabras nos acercan y nos alejan, nos retransmiten algo que sólo se asemeja a lo que sentimos por... ¿? Esa es la verdad, somos distintos.
Lo que para unos es genial y único, para otros es como una patada en el culo. Y menos mal. Sería escalofriante sentir, pensar, necesitar... lo mismo.
Imaginaos todos queremos a la voz de ya, unos huevos fritos con patatas en pan de chapata y unas fresas con nata. ¡Qué aburrido! ¿Qué cenaste anoche? No me lo digas, huevos y fresas.
Por no hablar de que coincidiríamos todos en la misma sesión y en la misma peli. Se nos ocurría a la vez el subirnos a la parte más alta de la ciudad para ver las luces, o las estrellas. Imaginaos que horror. Seríamos como chinos siempre en procesión festejando el nuevo año del perro, pero sin las tres delicias y oliendo a sobaco ajeno.
Somos distintos aunque necesitamos lo mismo. Sentirnos queridos, valorados y comprendidos.
Lo que a unos nos da felicidad y una sonrisa de oreja a oreja, a otros les produce bostezos o ansiedad. ¡Y menos mal!
Pensaba en mi media naranja. La que no está. O la que debe de estar en viaje de negocios por Afganistán. La que no conozco. ¿Cómo será?
No puede ser igual que yo, y afortunadamente, quizá me complemente siendo como su madre le parió. Sólo espero, conocerle antes de que busque desesperadamente el nuevo modelo de cachaba a reacción con patines con airbag y sistema “Dolby Sound Round”.
¿Tienes un e-mail? Pues disfrútalo.
Publicado el domingo, 21 de mayo de 2006, a las 13 horas y 39 minutos
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ADEREZOS. Esta mañana cuando veía como un perro paseaba a una señora con tipo de botijo y cara de canino (Dios los cría y ellos se juntan), me he montado por unos segundos en la máquina del tiempo al saludar, besar y preguntar, todo en el mismo momento, a una antigua compañera de estudios, disgustos y lamentos.
Podría mentir y ocurrírseme decir que: “Me alegrado de volver a saber de ella”, pero haciendo honor a la gran variedad de hongos y champiñones que hay en el planeta, no puedo dejar de obviar lo patente: Seguía igual de seta.
Odio la falsedad. Me tiran las venas cuando la realeza disfrazada de divinidad levanta las cejas y te perdona por llevar una vida normal y natural.
Estupefacta me he quedado cuando ha derrapado con su cochazo de bebe recién encerado. “¿Qué tal?” me ha preguntado. “Cuanto tiempo” (¿En años pijos o en los míos?. Traduzco: Tres “O sea”, y un “Divino de la muerte. ¡Tía, qué fuerte!” Sería para el resto de los mortales corrientes, algo así como trece o catorce años, dependiendo de lo que tarde una en higienizar su mente.)
Hay humanos que de serie no saludan. Su linaje es tan distinguido que nos hacen un favor diferenciándose con ese grácil levantamiento de cervicales, acompañado siempre con unas torpes cataratas que les impiden vernos y por lo tanto, saludarnos.
Yo he de reconocer que segundos antes del atropello he pensado: “¿Me he puesto un Chanel y no me he enterado?”, para buscar con ahínco después, la cámara oculta o la farsa.
¡Vivir para ver! Años coincidiendo en cafeterías, huelgas y aulas, sin saber por qué no me tragaba, y de pronto, la hacen la cesaría y... o la salieron dos: su hija y la atontada. O al cortar, la amputaron su casta clasista y aborregada.
Me alegro sinceramente que las nuevas “gafas graduadas” la permitan distinguir a la gente. Sólo espero que no estuviera medicada y en la próxima encrucijada me deje clavada.
Publicado el jueves, 18 de mayo de 2006, a las 17 horas y 23 minutos
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