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PATRIOTERISMO. La prensa destaca hoy que España no se limitó a vencer a Ucrania en el Mundial, sino que la aplastó. Un verbo bastante militarista, utilizado para describir la ocupación de Polonia por Alemania, y también un verbo hogareño, utilizado para relatar cómo se acabó con la maldita cucaracha.
Lo que más cansa de este asunto es la vampirización del fútbol por el patrioterismo barato. La patria convertida en balompié. La patria sublimada merced a una victoria sin paliativos frente a la gente del Este. La posibilidad de encaramarse a lo más alto de las más rancias esencias: la raza existe, la furia española arrasa.
Revival franquista. Comento todo esto con un amigo, sabio él, que me dice:
-Pues para mi mujer, la patria termina en la puerta de mi casa.
Las mujeres salvarán el mundo. Los hombres sólo reaccionamos ante el oé, oé, oé.
Publicado el jueves, 15 de junio de 2006, a las 8 horas y 24 minutos
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