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PATRIOTISMO. Vuelvo a los libros, que es lo mío, sin dejar de lado nunca el patrioterismo oé oé oé. Ejemplo de patriotismo: la apasionante vida del jefe de los espías de Hitler. Termino de leer, como si fuera una novela, El enigma del almirante Canaris de Richard Bassett, una excelente biografía sobre un excelente patriota.
Mientras muchos alemanes hacían el oé, oé, oé a Hitler cuando arrasaba media Europa, el pequeño y viejo militar ya tenía claro que el nazismo era perverso y que conduciría a la ruina de Alemania. Urdió entonces un encaje de bolillos para pergeñar el doble juego de su organización de inteligencia: trabajar para Alemania sin mancharse con sus crímenes, buscar desesperadamente la ayuda británica para salvar vidas, apoyar los intentos de derrocamiento del dictador sin dejar pistas.
Wilhelm Canaris era W.C., como Winston Churchill. Fue el enemigo número uno de los rusos. Asesoró a Franco para que rechazara las propuestas de Hitler en Hendaya. Comprendió como nadie los silencios de Pío XII frente al holocausto judío. Fue, quizás, el último patriota alemán.
Murió ahorcado.
Publicado el viernes, 16 de junio de 2006, a las 9 horas y 04 minutos
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