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TOCAR EL VIOLONCOELHO. Paulo Coelho (y perdón, porque a este paso va a salir más que la pantera) se supera a sí mismo en su último texto de El Semanal. Ya ni se preocupa de escribir algo de su propia cosecha. Antes, al menos, había algún parrafito de introducción, o a modo de cierre: alguna dulce reflexión sobre la condición humana. Esta vez, pues no. Esta vez, pues recoge así, sin más, diversas oraciones de diversas culturas y religiones. No falta Buda, ni Lao Tse, ni el Evangelio, ni Mahoma, ni una plegaria judía. No falta ese mercadeo con las cosas de Dios que practica con tanta asiduidad (y éxito).
¿Quién le paga los derechos de autor a Mahoma, san Mateo o Buda? ¿Por qué no reconocer de una vez que esos artículos de Coelho podrían ir sin firma (¡y sin foto!) y recolocarse en la sección de "Pensamientos para Espíritus Sensibles"?
Estoy muy enfadado.
Publicado el lunes, 19 de junio de 2006, a las 8 horas y 27 minutos
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