COROS Y DANZAS. Hay trabajo, letreros y letreras. Un clamor unánime obliga a poner letra al himno nacional. Las dificultades no son pocas:

(1) Albelda ha dicho que le da igual.
(2) Moratinos ha dicho que le parece fantástico, siempre que contente a todos los ciudadanos.

Para contentar a todos los ciudadanos, habría que ir a una letra de consenso, formada quizá sólo por sustantivos o frases de moda, sin ningún verbo que implique a nadie. Entre las mediofrases candidatas a figurar en esa posible letra estarían "choque de civilizaciones", "Ibex 35", "oé", "proceso", "optimizar", "achilipú", y ya puestos, para rellenar huecos, cabría aceptar "sicomoro" y "ahumada".

No se olvide que la iniciativa nace de nuestros deportistas, ávidos de dejar de poner cara de lelos y de competir en esto del cante con otros combinados extranjeros de añeja tradición.

SICOMOROS AHUMADOS. Ante una monja que alardeaba de culta, Teresa de Ahumada comentó:

"Mas como no soy tan letrera como ella, no sé que son los asirios".

Está bien letrera, letreros enredados, y también lo de los asirios. ¿No os da pena no saber qué son los asirios? Acudid a Wikipedia: allí os enteraréis de que Asiria era lugar de sicomoros.

Por mi parte, confieso que no sé qué son los sicomoros y así sucesivamente.

OIER PINICOLA. El boletus pinicola tiene fama de ser el último boleto de gran tamaño que sale en otoño. Pero no. También es el primero. En pleno mayo se le puede ver brotar, antes que los estivalis, los aereus y los edulis.

La prueba está en la foto. Hace unos días, mi sobrino Oier (que ve más porque está más cerca del suelo) capturó este magnífico ejemplar en un sitio que yo me sé.

El plano, otro día.

ATRAPADO EN EL TIEMPO. Veo El gran silencio, algo asustado por su duración y su silencio. Me cautiva. Ese monasterio de la Trapa cercano a Grenoble merece una visita.

La Trapa aparece atrapada en el Medioevo. Curiosamente, cuando en el documental aparecen un avión y un automóvil, los medievales parecen ellos.

ERRORES. Por una de esas manías de la infancia, me negué siempre a leer a Kipling. Me espantó la peli El Libro de la selva y lo taché de mis lecturas.

Pero a lo largo de los años me he ido topando con él aquí y allá. En novelas de espionaje, de ciencia-ficción, de magia, de aventuras. Sobre todo con Kim y su lama.

Leo ahora por fin Kim y sí que es una maravilla.

ÉPICA. De pequeño, pensaba que John Wayne tendría ya más de cien años, pero resulta que su centenario se acaba de cumplir ahora.

De las obviedades que decía en sus películas, se me quedó grabada una, nada famosa:

Es triste para una madre tener un hijo traidor.

Me impresionó. No la entendí entonces. Ahora sí.

EL MIEDO AL BLOG EN BLANCO. Nada de fútbol.
Nada de urnas (salvo felicitar al Zorro).
Podría abrir un debate sobre la autenticidad de la Tizona del Cid o sobre el cambio climático, pero me faltan datos.

Hay días en que no hay tema. Salvo que el tema sea contar los paraguas que veo desde la ventana, comparar colores y texturas, y comprobar que, así en general, los de Bilbao son mucho más grandes que los de Pamplona.