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DESDE UN PUERTO PERFUMADO.... En China, la religión tradicional es casi un anacronismo. Sobre todo en las grandes ciudades. Guatama Buda y Lao-tsé han sido olvidados. Y así, mientras que en Occidente intentamos saciar nuestra sed religiosa bebiendo en los odres de la sabiduría oriental, los jóvenes de Shanghai o Pekín, que han impuesto a la historia de su país un ritmo acelerado, ya no creen ni en las máximas terrenales proclamadas por el socialismo utópico. Y en Hong-Kong, los conceptos religiosos están igualmente claros: sólo se cree ciegamente en el único dios cuyos atributos son tangibles y fáciles de percibir incluso para los más reacios a las ideas religiosas: ese dios se llama dinero y es casi todopoderoso.
Jesús de la Iglesia. Hong-Kong, la Perla de la Corona Británica.
Publicado el martes, 5 de abril de 2005, a las 19 horas y 29 minutos
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