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LIBROS DEL AÑO. Todos los suplementos y revistillas se aprestan a resumir el año literario. Algunos hacen votar a sus lectores (¡pucherazo!), otros convocan a sus más afamados críticos, que harán lo que buenamente puedan.
Porque, ¿qué importancia puede tener el año para hacer balance? El 2005 ha sido un año pobre para la literatura española y lo mejor sería dejarlo pasar. No sé a otros: a mí me pasa que huyo cada vez más de las mesas de novedades y me dedico a investigar entre las editoriales raras a la caza de algún olvidado, o de algún amigo que no logra colocar sus productos en los sellos más famosos. Ahí sí que hay sorpresas.
Los años también enseñan a huir de los suplementos literarios. Antes creía que no podría vivir sin leerlos enteros. Ahora me parece que podría morir si lo hiciera.
Desengáñate: el libro del año es ese que estás leyendo ahora y te está encantando. Si no tienes esa suerte, espabila.
La ilustración, de Botero: libros gordos como el de Petete.
Publicado el martes, 27 de diciembre de 2005, a las 10 horas y 24 minutos
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