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WEBÓ EN BILBAO. Como hacía mucho frío en Pamplona, Webó se vino a Bilbao. Coincidió que jugaba la selección de su país, Camerún, en San Mamés, y se apuntó. Todo estaba previsto: su compañero de Osasuna, Cruchaga, marcó el único gol del partido en portería equivocada, así que Navarra no sólo ganó a China, sino también a Camerún y a la selección de Euskadi.
No me topé esta vez con Webó en Bilbao. Para evitarlo (porque era inevitable) no salí en todo el día de mi casa,
con la esperanza de que Webó no supiera (como los carteros) mi domicilio. O no lo sabía o le dio pereza. Así que se acabó la historia con Webó (rima interna).
Lo mejor del partido fue ver la camiseta de la selección de Camerún. En los costados, brillaba la huella de unas garras de león (o de tigre), con lo que de nuevo volvemos a la pantera. Este blog no sale de los felinos por mucho que quiera, y eso que odio los documentales de animales (otra rima interna). Lo inquietante es comprobar que en la foto oficial de la camiseta no hay ni huella de esas garras:
¿quién las diseñó para Bilbao, que oscuro secreto se traen entre manos algunos individuos? Continuará.
Publicado el jueves, 29 de diciembre de 2005, a las 9 horas y 04 minutos
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