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CORRIENDO. Me acabo de comprar una deportivas que son una pasada, pero tienen dos problemas que no vienen especificados ni explicados en la caja:

No llevan unos pesos anclados y candados a la suela para evitar huidas anunciadas.
Concretando: No está del todo comprobado que con tantos sistemas como llevan, cámaras, membranas y los últimos adelantos en la materia aerodinámica, no sólo no echen a andar solas, sino que cojan las de Villadiego, y luego cambien de pueblo, y si te he visto no me acuerdo.

No avisan del peligro de utilizarlas con alas.
Advirtiendo: Si usted mujer, utiliza para el control y absorción de sus perdidas mensuales de glóbulos y plaquetas, compresas con dispositivos tales como aletas, alerones o alas. Sea consciente de que no sólo va a planear por el ambiente, sino que va a despegar y posiblemente, la van a multar por invadir el espacio aéreo a una velocidad incontrolable por el radar.

Eso señores míos hay que decirlo.

Las deportivas no corren, vuelan.
No se desplazan, atropellan.
Y desde luego es una temeridad llevarlas sin tener en regla no sólo los carné correspondientes: de tierra, mar y aire, sino también sin los dispositivos de amortiguación en caso de colisión o accidente.

Puedo parecer una exagerada. Pero yo ya he tenido que aguantar a los de la torre de control de la NASA, por ir a una velocidad, altura y situación, ilegal y desorbitada.

Y es vamos a lo de siempre, la envidia es muy mala y la gente miente por no parecer desesperada. ¡Qué culpa tengo yo si no te puedes permitir gastar unos euros y emular a los grandes de la velocidad y del vuelo!

Pero recordad: hay que ser racionales para disfrutar sin avasallar.
¡Feliz vuelo! Y a hacer saltar el radar.

Publicado el jueves, 16 de febrero de 2006, a las 17 horas y 05 minutos

COMO UN RELOJ. Así visito yo al señor Roca. ¡Y luego dicen de la maquinaria Suiza!

Pero como toda maquinaria humana... no da la talla.

En condiciones optimas podría ajustar el reloj de la Puerta del sol, pero Ay!!! como cambia la cosa cuando me someten a presión.

Inspiro 75 % de Nitrógeno y 21 de Oxigeno, como todos, pero cuando veo al que pienso puede ser mi medio cítrico, no sé que me pasa que alguien me cambia la mezcla y, o bien parezco un submarinista sin aire - bocanada va, bocanada viene - , o me asemejo a un perro de caza que ha visto la liebre y aún le retienen: se me salen los ojos por las cuencas, galopo, arrastro y derribo con todos mis sentidos, y por si eso fuera poco, emito un ruidito similar a un osito de goma atascado y perdido. ¡Todo un espectáculo! Estoy por pedir entradas...

Sé que exagero, pero todo mi cuerpo nota el desarreglo.

Con los nervios voy donde Roca, abro la caja de Pandora y tras unos movimientos exactos me marcho pensando: Has vuelto a perder el tren en marcha. ¡Tanta prisa para nada!

Y el caso es que no aprendo. Cuando me examinaba, de tantos paseos al aseo, hice un surco en el que encontraron huesos de los tataranietos del primo Neandertal y de sus biznietos.

En la tele anuncian que comiendo esa comida de perro, regulas el transito intestinal y dejas de ser simétrico. (Igual tripa que cabeza) Yo pienso que no hay como tener nervios para dejar lo mejor de ti al señor Roca o a la señora Gala.

Y como decía la Biblia: ¡Hay que ser desprendido en esta vida!

Publicado el miércoles, 15 de febrero de 2006, a las 15 horas y 09 minutos

EL COLMO. ¡Cómo puede ser posible que me llamen para que me cambie de compañía telefónica y oiga lo que parece una mezcla entre el desembarco de Normandia y una risa alienígena!!!

Uggg Eiiijjjjj Está el señor einghhhh de la casa. UGH AGH piiiiii

Pero, por favor, que me estás llamando para convencerme de que con tu compañía voy a hablar mejor.

“Houston tenemos un problema”... seguro que les oían mejor. Con problema y todo.

He de reconocer que acojona. ¿Así es como se escucha una conversación con un sonotone de la reconquista aplastado por una cosechadora? Acojona. Vaya si acojona.

Os cuento la historia.

Llamaron el otro día: uggggg uggggg iggg iggg ug ug Mi madre me pasó el teléfono con cara de circunstancia: Parece una llamada guarra... O de ultratumba. Yo, que en seguida visualizo, me imaginaba un teléfono olvidado dentro de una ataúd, y claro, con la poca cobertura, al pobre gusano no se le oía nada.

Escucho una voz: Esta iggggg (yo pensé: Nos llama de Cuba un presidiario y Fidel le está matando) Está el señor ig ig ig ig ... ¡Por favor no le torture más!

Después de mucha paciencia por mi parte y sacando partido a un socorrido cursillo que hice hace años de interprete “de los sin dientes” (de niños con tete y octogenarios sin castañuelas), logré entender que trabajaba para una empresa de telefonía, y me ofrecía una ganga y la mejor tecnología.

La ganga podía ser cierta, pero la tecnología debía de ser la misma que llevo al Titánic a cantar: “En el fondo del mar Matarile rile rile...”

Me imagino comunicándome por Tan Tan. O abriendo las ventanas y empezando a fumar para decir a mis amigos: fumata blanca: Habemus gimnasio y café. Fumata negra: Me quedo currando. ¡Vamos hombre! Seamos serios.

Es como ir a un dentista con sólo dos dientes amarillos y raídos.

O como ese anuncio de la tele que dice que la RENFE es puntual, moderna y genial. Y lo vi en una sala que llamaban de espera, y que era más bien de desespera. Porque te desesperabas por las dos horas de retraso, y luego por la chatarra que intentaba entrar por el anden tambaleando. Daba pena verlo. Dentro de poco, les harán la prueba del Carbono 14 para fecharlos.

¡Jubiladlo! Que el pobre no tiene ruedas... que va con cachava. Ahora entiendo yo la espera de calendario que sufrí.

¿Por favor, qué día llega el tren?

Porque preguntar por una hora en concreto es como preguntar que día van a dejar de engañarnos.

¡Eso es un TALGO!... ¡visto desde lejos y recuperando todas las piezas quizás a plazos!

Si es que no podía llegar... a ritmo abuelo y desvariando... yo creo que era por allí... o se iba por allá... y si nos paramos a fumar una faria y te cuento cuando echaba humo... vamos hombre, que no puede más.

Mejor que su tecnología tipo NASA que fracasa, es su constancia. ¿Podéis creeros que es la cuarta vez que llama? Me está haciendo dudar. ¿Será que así se pide auxilio en China, con diplomacia? O es que quizá hay un concurso en Nicaragua en el que gana quién tortura más y mejor.

Sé lo que dijisteis en la última llamada... ¿Á qué acojona?

Publicado el lunes, 13 de febrero de 2006, a las 17 horas y 58 minutos

¡COTILLA! Si estas leyendo estas líneas eres un cotilla.
¿Qué te importa a ti mi vida?

¿Eres de los que quieres saber aunque no te importe nada?
El caso es comentar lo que le ha pasado al de al lado. No importa el qué. Lo importante es que te has enterado.

El otro día escuche: Los que entran en los “diarios” son cotillas redomados. Tienen que saber. Fisgar. Husmear todo el rato.

Que sepáis que os han insultado. (Se dice el pecado y no el pecador, eso está claro)

Yo sin descubrirme apunté: Entonces ¿siempre que lees algo que tu no has firmado, eres un cotilla redomado? Según esa política no podrías leer un periódico porque al fin y al cabo es una opinión de otro de lo que ha pasado, o le han contado.

No podrías leer un libro, porque muchas veces está basado en la realidad, y sería adentrarse en su existencia. E incluso, casi no te podrías relacionar porque los que confían en ti, te van a contar, expresar, comentar lo que les ha acontecido.

Creo que como en todo, no hay que ser extremista, cerrado o ilógico. Aunque tengo que reconocer que un día poco afortunado lo tenemos cualquiera y ¿quién no ha expresado un comentario del que luego se ha avergonzado?

Pasamos página y arreglado.

Publicado el miércoles, 8 de febrero de 2006, a las 17 horas y 17 minutos

PROPAGANDA. Las ofertas del día no son precisamente una maravilla. Unos te traen la comida a casa, otros las letras y el resto, la sapiencia.

Unos me quieren engañar enseñándome a hablar un inglés correcto, como siempre con el método perfecto. Sin esfuerzo, rápidamente y casi chascando los dedos. Y encima incluyéndome desde un diploma hasta casi las joyas de la corona.
¡Son la leche! O para ser más distinguida, son la milk en tetabrik.

Otros, se resisten a que yo seleccione mi lectura, y me insisten para que forme parte de un “Chollo” que me obliga a comprar y almacenar, lo que nunca voy a disfrutar.

Pizzas, tortillas, y toda clase de comidas rápidas, malas y poco sanas, disputan por conseguir el premio al más indigesto.

No hay como abrir el correo para desear ser un analfabeto.

Recuerdo la ilusión con la que yo abría el buzón, quizás esperando que una carta me llenara el corazón. Ahora en cambio, los del banco, muy amablemente me informan de sus desfalcos. “Te hemos quitado...nos hemos apropiado...no volverás a ver... amablemente los distinguidos raptores de tu sueldo”
Da gusto que te cuenten y descuenten tu dinero.

Hoy he echado de menos esa carta personalizada que me anuncia que he sido la agraciada de un viaje, un coche o todo un apartamento. ¡Y sólo por acudir me regalan un reloj, una tostadora y una pluma! Todo valorado en 90 euros. ¡Y yo trabajando para ganarme el sueldo!

No hay como llegar a casa y tirar el correo.

Publicado el lunes, 6 de febrero de 2006, a las 16 horas y 45 minutos

SON LOS NERVIOS. Me duele la cabeza. Estoy estresada, cansada e inquieta.

El motivo, muy sencillo, todo es una cadena: si eres bueno en tu trabajo te llueven los encargos.
Cuando hay que hacer algo delicado debo tener cara de joyero de precisión, que tiene como afición, desactivar bombas, porque cuando algo suena a difícil, me siento más observada que un puta en una sala.

Tengo que exponer. Dar una charla, una conferencia. ¡Vamos todo una juerga, una pasada!

Antes de ir a la mili les recordaban: “Eres tonto, no sabes hacer nada” Una máxima útil y clarividente. Y así se libraban.

Pues yo, consejos doy que para mí no tengo. Estoy crucificada. Señalada, marcada cual res o patata golpeada.

Y no puedo hacer nada. Veo venir el tren y no puedo correr. Próxima parada PLÁTICA.

Publicado el sábado, 4 de febrero de 2006, a las 18 horas y 02 minutos

LA VERDAD. Tal cual lo he oído lo digo: “No tienen nada que perder, por eso dicen la verdad”

¿Qué perdemos si decimos lo que pensamos?

¿Á quién perdemos si tenemos que mentir?

¿Perdemos si decimos la verdad?

Publicado el viernes, 3 de febrero de 2006, a las 17 horas y 07 minutos

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Ilustración de Toño Benavides
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