|
EXCAVADORA'S BAND. Los debates en torno al ramillete de Estatuts y de altos el fuego varios están ocultando el verdadero problema que asola el país: los estragos que causa la bien llamada Banda de la Excavadora.
Más de veinte atracos ha cometido esta singular banda, que opera en la Comunidad Valenciana, pero no hace ascos a realizar incursiones por las limítrofes Teruel (que existe para la Banda de la Excavadora) y Murcia. El método es irreprochable: eligen poblaciones sin guarnición de la Guardia Civil, mangan una excavadora (y hasta una grúa pluma), se presentan de madrugada en las desprevenidas localidades e irrumpen en entidades bancarias por el método de derribar muros y paredes. La excavadora cumple su papel, extrae la caja fuerte y allá que se van del pueblo, ante la mirada atónita de los somnolientos vecinos, despertados por el barullo de los tremendos golpes. Para retrasar la llegada de los efectivos de orden público, los atracadores bloquean los accesos con árboles que sirven de barricada.
La Guardia Civil, ya a estas horas herida en su orgullo, busca a los cacos con helicópteros, perros y demás instrumentos sofisticados, sin resultado alguno. "Es cuestión de horas", dijeron hace un mes. Las horas, ya se sabe, pueden ser meses y años, no hay más que esperar que el Tiempo (Cronos) cumpla su función.
En la era de la Tecnología no podemos sino sentir nostalgia y hasta una leve simpatía por estos métodos salvajes de sustracción de lo ajeno. Y también una vaga alegría por ser las entidades bancarias las víctimas (por una vez) de la ambición que corroe el mundo.
Publicado el lunes, 1 de mayo de 2006, a las 11 horas y 21 minutos
|