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UNA ESTRELLA DE CASERÍO. Se llama Kepa Peñagarikano y El Mundo le dedica hoy un panegírico titulado Abdominales de caserío. Resulta que el chaval ha superado como una bala todas las rondas del manomanista rompiendo todos los pronósticos. ¿Su secreto? Trabajar duro en el caserío. Dice el periodista:
Las labores propias del caserío, tanto en la huerta como con el ganado, le han dado una musculatura ejemplar, sin prácticamente visitas al gimnasio.
Con un aire desgarbado, un poco pasota salta al frontón y fulmina todas las apuestas.
¿En qué ha cambiado su vida? Habla la estrella: Bueno, ahora me escaqueo un poco más del trabajo del caserío. Da la casualidad de que es del mismo pueblo que Labaka, el jugador de la Real. No haré chistes fáciles.
Ahora se enfrenta con Irujo. El romanticismo vasco está con el caserío. ¿Quién dijo que no quedaban esencias?
Publicado el viernes, 5 de mayo de 2006, a las 8 horas y 49 minutos
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