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PANDICULACIÓN. Azorín pasa por ser un escritor soso y lo es muchas veces. Pero las etiquetas están para romperlas. Me he topado con un párrafo suyo de la novela La isla sin aurora de 1945, que recoge el siguiente diálogo:
-Papá, ¿qué es pandiculación?
-Lo que tú haces todas las mañanas al despertarte.
-¿Y qué hago yo al despertarme?
-Estiras los brazos, estiras las piernas y bostezas.
-¿Nada más que eso es la pandiculación?
-Nada más.
-¡Qué cosa tan rara!
-Sí; muy rara.
Pandiculación es, además de rara, una palabra fea, fea, de las que uno no se atreve a usar. Podría significar "mover el culo", pero no: es el acto de desperezarse. Es lo que la madre le dice al hijo remolón: "Pandicula ya, haragán".
Publicado el lunes, 22 de mayo de 2006, a las 8 horas y 54 minutos
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