LAS PATERAS YA NO SON LO QUE ERAN. Llega a Bilbao
el Queen Elizabeth II, una patera grande. La gente, como tonta, se agolpa a ver el trasatlántico.
No llegan subsaharianos, sino tipos rubios con cámara de fotos. No desembarca de noche en playas mal vigiladas, sino en las escaleras del Guggenheim.
En otro tiempo transportó tropas durante la guerra de las Malvinas. No veo por qué no podría transportar hoy tropas de famélicos rumbo a la felicidad europea. Pero la etiqueta es la etiqueta. Hay pateras y pateras. Y panteras.