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DERIVADOS. Algunos apellidos de escritores, pintores, políticos, se prestan muy bien a derivados para calificar su narrativa o su estilo o sus lectores o su forma de hacer política. Otros apellidos no. ¿Qué reglas rigen la decisión de derivar o mantener el apellido incólume?
La derivación más común es aquella que utiliza el "ano" (con perdón), y así ya están asentados faulkneriano, shakesperiano, calderoniano, galdosiano. Pero no es la única. Veamos algunas variantes:
*De Cervantes: cervantino
*De Homero: homérico
*De Velázquez: velazqueño
*De Castro, de Lenin: castrista, leninista
En la literatura actual, ya están asentados varios derivados en "ano" (pruébese en Google): vilamatiano, ferlosiano, savateriano, umbraliano. Pero persisten las dudas en la mayoría de los famosos actuales. Haré aquí un intento de fijar algunas derivaciones, atendiendo al carácter del escritor o la escritora y evitando que influyan la simpatía o antipatía que me producen:
*Perezreverteño, muñozmolineño
*Allendino (estilo Isabel Allende), mariasino (estilo Javier Marías, solución algo forzada)
*Pómbico (muy bien puesto), regásico ("presencia regásica"= hasta en la sopa), monzónico (me gusta: la fuerza del viento huracanado).
*Vargasllósico, galáctico (este muy por los pelos para Antonio Gala, se confunde con lo futbolero)
*Zafonista, marsista (Juan Marsé se merecería más)
Deriva, que algo queda.
Publicado el sábado, 3 de marzo de 2007, a las 10 horas y 40 minutos
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