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SORBÍ LIBROS. Del clásico debate sobre cómo ordenar una biblioteca parecen destacar algunas opiniones mayoritarias:
(1) Por orden alfabético de autores
(2) Por colecciones
(3) Por épocas, y en cada época por orden alfabético
Pero existen otras opciones tan válidas y útiles como esas:
(4) Por año de edición original del libro: además de hacer historia de la literatura, agrupamos obras coetáneas que producen resultados sorprendentes.
(5) Por orden de lectura: implica comenzar desde niños. El primer libro leído (Petete, por ejemplo) lo ponemos el primero. Luego vendrán Tarzán y Blyton y compañía. Útil a la hora de releer al llegar a los 70.
(6) Por orden de preferencia: labor difícil, pero creativa, que exigirá un estricto debate interno a la hora de puntuar. Ventaja: cuando no nos quepan ya más libros, los últimos a la Ría.
Pero seguro que se os ocurren varias formas más
(Ordenar la biblioteca es una actividad profundamente desestresante, que responde a aquella orden palindrómica: "¡Echéla la mala leche!").
Publicado el miércoles, 21 de marzo de 2007, a las 9 horas y 07 minutos
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