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HAY OTROS CHINAFLAT, PERO ESTÁN EN ÉSTE (II).. Me levanto a la una de la tarde, desnudo, y frente a estas dos ventanas, que dan a un patio de luces, hay otras dos. Dentro de ellas se hacina una familia de chinos. Entonces cierro las cortinas (llevan, en realidad, varios días corridas, sobre todo la que está más cerca de la cama) y hago recuento.
He visto a:
- Un anciano escuchimizado que se pasea en calzoncillos.
- Un joven, presupongo que su nieto.
- Una mujer, de quien apenas puedo aportar descripción.
- Y un hombre, su marido, quizás.
En la ventana de la izquierda se intuyen dos literas, o sea, cuatro camas de noventa. La habitación es ínfima. En la ventana de la derecha hay un salón. Hasta donde me alcanza la vista (cuando cuelgo la ropa o hablo por teléfono, ya que estoy en un primer piso y apenas hay cobertura), observo una mesa de formica, cuatro sillas, un armario, un vídeo, una televisión y, encima, un pequeño mantel. También hay objetos con motivos orientales, en los que apenas me he fijado. No saludo.
Me levanto a la una de la tarde y, aun con las ventanas cerradas, escucho una voz femenina que, al principio, odiaba. De la costumbre pasé al conocimiento y, de éste, al disfrute. Es pop chino: tipo Tamara la buena pero con voz rasgada. Me recuerda a la banda sonora de mi primer restaurante chino, años ha, en Beatriz de Bobadilla.
A veces, tarareo la canción. Otras, maldigo al que la ha silenciado para poner una burda película de Hong Kong. Lo de burda es una licencia poética, porque la entiendo menos que al león de la Metro.
Me he acostumbrado a caminar sobre manera sin barnizar y a confraternizar con los hijos de Ikea, que suena a diosa griega aunque venga del frío. Bajo a desayunar al bar de abajo, en Doctor Cortezo, a un guiño de Tirso, a la hora en la que el proletariado se encomienda a las acelgas rehogadas y al hígado de cerdo con patatas.
Mientras leo El País, diseño remolinos en el café y enciendo mi tercer cigarro, veo a través de la cristalera que, en la otra acera, han abierto otro chino.
Venden frutos secos, pan y bebidas.
Publicado el martes, 22 de febrero de 2005, a las 18 horas y 53 minutos
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